El anillo de bodas
Me levanté en aquella madrugada fresca, preparándome para hacer un viaje más de supervisión a aquella obra, que yo había diseñado con tanta ilusión, que cada día tomaba más la forma muchas veces vista en toda su plenitud en mi…
Me levanté en aquella madrugada fresca, preparándome para hacer un viaje más de supervisión a aquella obra, que yo había diseñado con tanta ilusión, que cada día tomaba más la forma muchas veces vista en toda su plenitud en mi…
Cuando era un estudiante de segundo año de arquitectura en Managua, a los 17 años, adquirí un maletín negro tipo” Samsonite” en el que solía llevar mis papeles, lápices de colores, plumillas, acuarelas, gomas de borrar y demás útiles propios…